“Llevo ya 12 años desempeñándome como secretaria de la Escuela, jamás pensé en estar con niños ya que mi labor anterior era totalmente distinta, pero entré en contacto inmediato con ellos, y me di cuenta que tenía mucha llegada,  siempre recurren a mí para lo que sea y por supuesto siempre trató de estar ahí (hasta con mis agüitas milagrosas). Los niños son la alegría de la escuela, escucharlos reír, jugar y poder compartir con ellos sus penas y también sus alegrías es lo más reconfortante que hay, ya que nos llena el espíritu y nos da la  energía para seguir guiándolos por el buen camino. Muy agradecida de pertenecer a este gran equipo, siempre dispuesta y comprometida para seguir adelante en esta hermosa labor”